octubre 26, 2008

Mamuts en la noche...



Son casi las 10 y me arrullo con el golpeteo de las llantas sobre el pavimento. La luz de la noche acaricia tu perfil, brindándome una hermosa fotografía como resultado de un perfecto complot.

En este momento comienzo a maldecir mi celular por no tener una cámara que pueda tomar fotos decentes a esta hora, y no me queda más que conformarme con las que tomé en el día. Finalmente lo que estoy viendo quedará impreso en mi memoria para siempre.

Pienso en los siete años que hemos pasado juntos y cómo hemos logrado sobrevivirlos, todo lo que hemos aprendido de ellos y cómo he llegado a compenetrarme tanto con alguien que me quiere como soy, que no intenta cambiarme y con quien realmente puedo llegar a formar un buen equipo.

Ahogado por la dicha que me provoca estar contigo, soy interrumpido por una dulce y familiar melodía - tu voz - que con un tono frágil me dice "¿Me pasas un mini-mamut?" - Sí, mi amor- te respondo. Imagino cómo sería capaz de luchar contra una bestia de tal magnitud para alimentarte, después pienso que mi sicomotricidad probablemente me habría matado, dejándote sola y hambrienta, así que de vuelta a la realidad abro el paquete con dos galletas y te paso una.

Veo cómo la devoras de dos mordiscos y pienso cuán increíblemente sensual es el hecho de que vengas manejando en carretera, de que estemos solos tú y yo con la noche, dándonos un festín de galletas y coca light.

A medida que avanzamos pienso en mil cosas que decirte, pero acobardado me resigno a dar un sorbo a mi coca y mirar los señalamientos. Si nuestra situación fuera otra, te pediría ser mi esposa en ese momento, aunque cada vez creamos menos en el matrimonio.

Quiero decirte lo mucho que te amo, lo orgulloso que me siento de tí y lo feliz que soy al compartir mi vida contigo. No puedo expresar palabra ya que me encuentro asfixiado por la inmensa gama de colores que nos ofrece la noche, en una función privada sólo para tí, para mí y para los mosquitos que se estrellan en el parabrisas.

Cómo me gustaría que nos perdiéramos en ese momento y nunca regresáramos a nuestras vidas, dejando todo atrás (¿o adelante?) bueno, tú sabes porque tú vienes manejando...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente hubo algo mágico anoche... Ese silencio que nos rodeó, suavemente tocó mi rostro y me recordó que eres tú, el único hombre al que acariciaré por el resto de mi vida... Aunque no crea en el matrimonio, porque creo en nosotros.

Guffo Caballero dijo...

Ese Toncho enamorao!!! Muy bonito escrito. Saludos.

Toncho dijo...

Japo:

Estamos bien pinches locos, vamos a terminar haciendo un fiestón con la típica tía borracha que se cae en el pastel y todo xD.



Guffo:

Nommmbre 'ora sí me sentí como bato de la Nacademia siendo juzgado por la mismisísima Amanda Miguel. Digo porque viniendo de tí, ya me chivié sniff...


[Y lo de responder por nombre es pa' que no se vayan a confundir entre el chingo de raza que comentó xD]

Anónimo dijo...

es la primera vez que te visito y esto esta hermoooooooso !! me encanto y suerte en tu relacion, espero puedas visitar mi blog ;)