mayo 29, 2008

Mi código

Para un servidor, la confianza es como un código personal. Es algo a lo que le doy tanto valor, que podría escribir 10 entradas al respecto (Tranquilos, no lo haré). El día de hoy me percaté de que una vez más, esta espalda ancha, con lonjitas y escoliosis probó el frío y cortante beso de la traición.

[sección de fondo que bien podrías omitir si me conoces bien]

Antes de entrar en materia, he de decir que me considero una persona ‘noble’, o al menos no tan rencoroso como para ser considerado así. Las ofensas o agresiones se me resbalan fácilmente, quizás producto de una autoestima saludable, o una simple falta de interés por la sociedad. Afortunadamente en mi familia se estila así, podemos gritar como Alex Lora expulsando un cálculo renal del tamaño de su ego, pero a los 5 minutos estamos bien y dispuestos a dialogar, sin resentimientos.

Pero no confundamos el ‘ser noble’ con ser pendejo (aunque a menudo lo hagamos, es un error muy común xD). Tampoco se trata de dejar que pisoteen esa cosilla que llamamos ‘dignidad’. En resumen, si yo te hiero, ten por seguro que de la manera más humilde pediré tu perdón y evitaré reincidir. Si tú me heriste, no esperes que yo te busque. Si tú me buscas, la disculpa saldrá sobrando, pues sabré que quieres que ‘las cosas estén bien’.

El caso es, cuando por fin entrego mi confianza, estoy dando lo más valioso de mí. Quizás por eso algunos confían en mí, porque saben el valor que le doy. Desafortunadamente, no todos opinan lo mismo, y yo en lo particular no puedo soportar que una persona en quien confío, me joda a mis espaldas. En estos casos, no hay vuelta atrás.

[fin de la sección]

Alguna vez le dije a Carlo “puedes hacerme lo que quieras, pero si traicionas mi confianza, es más probable que te [inserte alusión al sexo oral aquí] a que vuelva a confiar en ti”. Y lejos de ser una insinuación homo-erótica, mi intención era hacer hincapié en mi código. Recientemente me enteré que alguien a quien aún aprecio mucho actuó deliberadamente en mi contra, a mis espaldas. Esto me hace pasar por 3 etapas; ira, dolor y desinterés. Siendo esta última permanente, y probablemente triste para la otra persona. Así pasó con aquel que pudo ser de mis mejores amigos y que decidió (bueno, intentó) sabotear mi relación al ir tras mi pareja. Acompañándome en mi dolor con una cara, y con la otra, tirándome mierda con mi (entonces ex novia, ahora de vuelta xD).

[... tirada de veneno suprimida por el moderador ...]

… ¿Qué habrá pasado con el que sacrificaba perritos?

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