Que buen sabor de oído...

Pues este año no fuí al encuentro de Caricatura e Historieta en la FIL. Lo cual fue un #FAIL enorme. Pero se contrapusieron tantas cosas que no me quedó de otra que sacrificar ese evento.

Por otra parte ¡Qué caray! El toquín de Anthares estuvo bue-na-zo. Si bien no llegaron los 98 invitados (como era de esperarse) los que SÍ fueron se prendieron e hicieron que valiera la pena. Hubo, como en todo evento, contratiempos como multas de tránsito estratosféricas (irónicamente yo me salvé por llegar tarde) y el típico inicio tardío. Pero dentro de los parámetros rockerísticos normales todo iba bien. Sonorizamos considero yo, a tiempo (y eso que había dos batacas) y comenzó el toquín a cargo de Tierras Ocultas.

Yo no esperaba mucho de ellos puesto que no los conocía (y la neta no me interesaban). Pero eran invitados de Temple, creo, y se discutieron con un buen rock. Digamos que se notó un poquito la influencia que Enrique Bunbury tuvo en el vocal. Está por demás decir que los covers de Héroes del Silencio fueron los más aclamados por el público. Mientras yo me ocupaba de cosas importantes como mantener hidratada a Liz, confirmar y dar indicaciones a quienes sí iban a ir, e ir al oxxo por diversas razones, Tierras Ocultas se adueñaba del escenario. Si quieren escuchar un poquito más de ellos, (y verlos sin camisa por alguna extraña razón) los encuentran dándole clic aquí.

Era el turno de Temple, quienes sin más se treparon a hacer lo que mejor saben (bueno, realmente es lo único que los he visto hacer, igual y hacen otras cosas peeero bueno). He de confesar que esta vez sonaron mucho mejor que la última vez que los escuché. El equipo y la sonorización hizo que se escucharan como se debe.

Curiosamente, los señores de Temple se destacan por tocar únicamente material propio, sin embargo tenían una sorpresita preparada. A poco más de una hora de que pisaron el escenario, ya entrada la noche (bueno, la neta había entrado desde antes) se aventaron un súper cover de For Whom The Bell Tolls (que nosotros tuvimos que sacar de nuestra setlist porque no nos llegó el memo, pero bueeeno). Y no conformes con eso, treparon al buen Adar (sí, el guitarro de Anthares) para que se aventara un dueto a voz con Lviz (léase Luis), lo cual cerró con broche de oro su presentación. Si quieren saber más del qué cómo y por dónde de Temple, píquenle aquí.

Total que se bajan del escenario los caballeros y ohmygahh! Seguíamos nosotros, Anthares. Afortunadamente y gracias a San Goloteo, nunca he sufrido de pánico escénico, pero la adrenalina se empezaba a acumular y yo estaba más que puesto para darlo todo (bueeno, casi todo). Empezamos con un cover sabrosón de Whiskey en la jarra y poco a poco nos íbamos ganando a la banda.

Quienes me conocen saben que soy una persona humilde, pero ¡Qué noche tan saludable para mi ego! Creo que fue en Immigrant Song del Zepelín de plomo cuando empezaron a aclamar a su humilde servidor, y continuaron así durante el resto del concierto. Hasta un hijo me andaban pidiendo (Liz no se puso celosa porque era puro machin). Me consta que era a mí porque gritaban ¡Bajista, bajista! Y cuando Livier dijo "No te vueles, hay muchos bajistas" (ahí se ve el compismo xD) empezaron a gritar ¡Toncho, Toncho!... Me cae que me sentí más importante que Juanito.

Las canciones se iban poniendo más heavy, al igual que el público. Tocamos la versión Anthares de The Zoo de los Escorpiones, misma que dura casi lo triple gracias a la magia de los solos improvisados. Tocamos nuestra beri oun Lo que llamas mal. Crazy Train fue bastante divertida con todo y el bajistayguitarristahagandesmadremientraselotroguitarrohaceelsolo respectivo.

Como sabrán los que fueron, tenemos dos bateristas, los cuales se alternaron las rolas bajo un complejo sistema de "Bueno ¿Cuál quieres tocar tú?". Llegó el momento de tocar Pegaso de Tierra Santa y su muy querido bajista recordó que es la única canción donde jotea y deja a un lado lo motherplucker para usar púa como colegiala con colitas. Adar nos advirtió que "Si no llevamos nuestro equipo (cables, púas, etc), hay tabla" y como yo medio le saco a la tabla, le pedí al buen Alonso de Temple que me prestara su púa, el cual accedió con gusto y problema resuelto.

Mucha energía con esa rola, Lviz de Temple se subió a hacer dueto con Livier y Luis (de Anthares) despedazó la batería (no literalmente). ¿Cómo podríamos superar eso?

Luis no se bajó de su batería, Miguel se subió a la otra batería y le pegamos con todo: ¡Madréate las Luces de Metallica con DOS baterías! El Slam estaba a todo lo que da, termina la rola... Silencio y no conformes con eso entra el riff de Seek & Destroy, todavía a DOOOS baterías.

Excelente manera de cerrar el toquín, lo más divertido fue poco antes del intermedio de la rola, donde Tony me aventó fuera del escenario (sí les conté de mi psicomotricidad de vaca preñada ¿verdad?) y no me quedó de otra que entrarle al slam (sin soltar el bajo) y luego volver a treparme para acompañar el solo de guitarra ¡Cómo me divertí!

Fuera del momento egocéntrico, el toquín fue de esos que valen la pena y es un triunfo para todos como banda. En verdad me siento muy honrado de tocar con gente tan a toda madre. Simplemente estar en el escenario con buenos amigos, haciendo lo que te gusta y que a la banda le guste (y que te paguen) es otro rollo.

Al otro día tenía que trabajar

y me dolían partes del cuerpo que no me conocía,

pero me cae que sí lo vale.